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El aspirador nasal y su utilidad en los resfriados


Cada año la llegada del invierno viene acompañada de enfermedades que cursan con mocos. Mientras que los adultos podemos expulsarlos con cierta facilidad, salvo en momentos puntuales, los bebés tienen serias dificultades para hacerlo. Esto se debe a que solo tosen por reflejo, de manera que, cuando lo hacen, ya hay bastante acúmulo. El uso del aspirador nasal puede ser interesante en estos casos.

Los bebés tosen por reflejo, no de manera consciente, cuando ya hay bastante acúmulo de mucosidad

Eliminar la mucosidad en los bebés es algo que preocupa a los padres. El uso del aspirador, así como los lavados nasales, suele imponer; ya sea por reparo en su uso, pese a que no es posible que los mocos atraviesen la esponja del cuerpo central, o por miedo a causarles algún tipo de daño. En realidad, usar el aspirador nasal es sencillo y alivia en caso de resfriado.


Cuándo usar un aspirador nasal

Los lactantes, cuando acumulan mocos, no solo tienen dificultad para llevar el oxígeno a los pulmones, sino también para comer. Lógicamente esto es algo a tener en cuenta, sobre todo en aquellos bebés que son muy pequeñitos y necesitan alimentarse cada poco tiempo. En estos casos, el uso del aspirador nasal, en combinación con un poco de suero fisiológico, antes de la toma puede facilitar la ingesta. También es una buena idea usarlo antes de ir a dormir, para liberar las vías y facilitar el descanso.

El uso del aspirador nasal facilita la alimentación y el descanso de los bebés.

Cabe destacar que el uso del aspirador nasal debe ser sintomático, no rutinario. Es decir, solo se recomienda que se emplee cuando haya un acúmulo real de mucosidad, no de manera preventiva.


Cómo se usa el aspirador nasal

El aspirador nasal anatómico de Suavinex está diseñado para aliviar al bebé cuando tiene las fosas nasales obstruidas, también en el caso de niños pequeños que aún no saben sonarse. La mucosidad se extrae mediante suave aspiración sin alterar la presión interna de los oídos y sin molestias para el bebé. Para ello, se inserta la punta hueca de la jeringuilla en la fosa nasal, previamente hidratada con suero fisiológico, y el adulto aspira a través de la boquilla. Los mocos quedarán recogidos en la espuma alojada en la zona central de la jeringa.


Créditos: Living Suavinex Spain

Post Original: Click Aquí

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