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Mitos y creencias sobre el cuidado del recién nacido


Si estás embarazada, seguro que ya tienes a mucha gente a tu alrededor ofreciéndote consejos sobre tu recién nacido y dándote recomendaciones acerca de cómo cuidar a tu bebé cuando por fin lo tengas en casa. Si bien todos estos consejos vienen desde el deseo de ayudar, debes tener mucho cuidado con a cuáles prestas atención porque existen muchos mitos y creencias sobre el cuidado del recién nacido que proceden de la tradición anterior al conocimiento médico y psicológico que tenemos en la actualidad.

Hoy te damos algunos ejemplos de estos mitos de maternidad y creencias sobre el cuidado del recién nacido que no son ciertos y que, en algunos casos, pueden ser incluso perjudiciales.


Mitos y creencias sobre el cuidado del recién nacido a los que no tienes que hacer caso si tiene el culete irritado, cambia su pañal por uno de tela

La dermatitis del pañal es un trastorno muy frecuente y su aparición se debe, principalmente, a la humedad que se crea entre la piel y el pañal, a la acción corrosiva del amoníaco contenido en el pipí, y a los microorganismos y enzimas presentes en las heces.

Más de una persona te recomendará que cambies los pañales de usar y tirar por unos reutilizables de lino o algodón. Si bien esta opción puede ser más ecológica, estos materiales se impregnan rápidamente de pipí y tienden a pegarse a la piel, aumentando la humedad local y favoreciendo la multiplicación de microorganismos, entre ellos la Candida albicans, la principal implicada en la dermatitis y en la candidiasis.


Curarle el ombligo con alcohol

Lo que le queda del cordón umbilical permanece pegado durante una o dos semanas después del nacimiento. La completa cicatrización del ombligo requiere, sin embargo, algunos días más.

Hasta hace unos años, se recomendaba limpiar con alcohol de 70º el ombligo del bebé como parte de los cuidados del cordón umbilical. Sin embargo, hoy en día la recomendación general de los expertos es no aplicar productos tan agresivos en la piel del bebé. A no ser que exista una infección, el cordón umbilical conviene mantenerlo seco y sin aplicar productos y dejar que se caiga por su cuenta.


Untar el chupete en miel para tranquilizarle

El uso del chupete es una ayuda innegable para tranquilizar al bebé y favorecer su sueño. Satisface sus necesidades de succionar y le permite descargar cualquier posible tensión. Además, previene el síndrome de muerte súbita del lactante.

Sabiendo esto, muchas personas (sobre todo, abuelas y otras personas mayores) pueden sugerirte que untes el chupete con miel o azúcar para que este sea más apetecible. Hubo un tiempo en el que esta práctica se hacía incluso empleando bebidas alcohólicas como anís o vino. Es uno de los mitos de las abuelas sobre bebés más extendido.

Suponemos que no tenemos que advertirte de que, bajo ningún concepto, debes darle a tu bebe ni una sola gota de alcohol. Pero el azúcar y la miel tampoco son buenas alternativas. En primer lugar, porque aumenta el riesgo de caries, si los dientes ya han aparecido. También acostumbra al pequeño a apreciar el sabor dulce, lo cual crea las premisas para futuras actitudes alimentarias que no son correctas.


Si eres de esas personas que se está haciendo la pregunta “¿por qué mi bebé no quiere chupete?”, puedes darle a probar distintos tipos de chupete. Los chupetes con tetina fisiológica SX Pro de Suavinex, por ejemplo, está pensada para ser lo más parecida posible al pezón de la mamá, por lo que, no solo previene el síndrome de confusión tetina-pezón sino que también tiene una aceptación mucho más rápida por parte del recién nacido. El chupete Zero Zero es la opcion perfecta para tu recién nacido.





Es necesario taparle pies, manos y cabeza

Es cierto que, en el momento del nacimiento, los neonatos notan el cambio brusco en la temperatura. Entre todos estos mitos y creencias sobre el cuidado del recién nacido, uno de los más habituales es que hay que abrigar mucho a los bebés para que no pasen frío.

La realidad es que, si bien ponerle un gorrito al recién nacido inmediatamente para el piel con piel sigue siendo una práctica recomendada por la AEP y la Asociación Americana de Pediatría, no hay ninguna evidencia de que, pasada la primera hora tras el parto, el gorrito tenga ningún impacto significativo.

Para que el bebé recién nacido adquiera una temperatura ideal adecuada, lo único que necesitas es el contacto piel con piel, preferiblemente con su mamá o, si no es posible, con el segundo cuidador o cuidadora.

Por otro lado, los bebés perciben y exploran el mundo principalmente a través de las manos y los pies, por lo que ponerles manoplas y patucos no va a tener un gran impacto en su temperatura y además les privará de muchas sensaciones.


Nada de paseos hasta los 15 días

Es muy habitual ver a familias que pasean por la calle con el bebé recién nacido en un carro, pero también es muy habitual escuchar que esto no debe ser así hasta que el bebé haya cumplido 15 días. Si este espacio temporal te parece muy aleatorio, es porque lo es.

Un recién nacido puede salir a la calle desde el día uno. Otra cosa muy distinta es que mamá y papá tengan las energías necesarias para hacerlo hasta pasados unos días después del parto. Es cierto que hay que evitar dar el paseo en las horas de más calor durante el verano y en los días lluviosos o con mucho viento el resto del año, pero los paseos son altamente beneficiosos para la salud del bebé, siempre que le protejamos y le mantengamos alejado de personas con alguna enfermedad infecciosa.


“Déjale que llore”, uno de los mitos del cuidado del recién nacido más extendidos

Los bebés lloran. Algunos lo hacen más y otros lo hacen menos pero el llanto es uno de los pocos métodos de comunicación que tienen los recién nacidos, por lo que es algo normal y frecuente y uno de los instintos básicos de una madre o padre es acudir a la llamada y coger al bebé en brazos para averiguar qué necesita.

Escucharás muy a menudo la frase “déjale que llore un poco” y te darán cientos de razones, cada cual más extraña, para justificar esta creencia. Que le estás mimando demasiado, que les hace más resistentes e incluso que llorar ensancha los pulmones. ¡Como si algún médico fuese a recetarte una lloradita a pleno pulmón diaria para curar una insuficiencia respiratoria!

El llanto prolongado y el desarrollo de los pulmones no está relacionado en absoluto, así que sigue tu instinto y atiende el llanto de tu bebé en cuanto lo oigas. Como ya hemos dicho, los bebés lloran porque tienen necesidades: hambre, sueño, incomodidad, dolor o necesidad de afecto. Es totalmente válido darle a tu bebé todo el cariño y amor que necesita en cada momento.


Los bebés pueden nadar instintivamente

Seguro que has oído eso de que si dejas a un bebé en el agua, flota por instinto. Es posible que hasta hayas visto esos adorables y relajantes videos de recién nacidos en una piscina, bajo el agua. De todos los mitos de bebés, este es uno de los más peligrosos.

Los bebés dejan de respirar cuando los sumerges, eso sí es cierto. No necesitan que nadie les enseñe a contener la respiración para no llenarse de agua los pulmones. Pero ni saben nadar e impulsarse para sacar la cabeza al exterior ni tienen la capacidad pulmonar para aguantar mucho bajo el agua. Por lo tanto, se puede sumergir al peque durante unos segundos, por ejemplo, si estás probando los beneficios de la natación para bebés. Pero hay que sacarles rápidamente para que sus pulmones no se queden bloqueados y corran el riesgo de ahogarse. Lo importante ante todo es cuidar de tu pequeño y a la hora del baño tenemos varias opciones que te ayudarán en esta aventura con el agua.








Estos son algunos de los mitos y creencias sobre el cuidado de los recién nacidos que conviene dejar olvidados en el pasado. ¿Qué otros consejos has recibido a los que no hay que hacer caso? ¡Cuéntanoslo en nuestras redes sociales!


Fuentes:

Post Original - Suavinex Spain

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