Mitos en la lactancia materna por la Dra. Lucía Galán
Doctora Lucía Galán Beltrand, autora de Lucía, mi pediatra
Lactancia materna, ¡bien! Uno de mis favoritos. La lactancia materna es uno de los temas que más mitos ha generado a lo largo de la historia. Hoy hablaremos alto y claro, con la evidencia científica en la mano y con mi propia experiencia como pediatra y madre que amamantó a sus dos hijos durante un año.
¿Será buena mi leche?
Me preguntan las madres. La leche materna siempre es buena. No hay leche mala, no hay leche de baja calidad, ni leche aguada ni leche amarga. Toda leche materna es buena por definición.
Mi leche no le alimenta
Todas las leches maternas alimentan por igual porque sus nutrientes son los mismos, siempre y cuando la madre esté en perfecto estado de salud, claro está.
No controlo lo que está comiendo, ¿cómo sé si come lo suficiente?
Me dicen muchas mamás angustiadas. El mejor parámetro para saber si come lo suficiente o no es el peso del bebé.Si gana adecuadamente según los consejos de tu pediatra, no te preocupes. Si además hace 6-7 pipís al día puedes estar aún más tranquila.
El bebé acaba de nacer y hay madres que me comentan: “Pues le doy biberón hasta que me suba la leche”
Error. La leche “no sube” sola. Si no hay estímulo (succión del pezón por parte del bebé o del sacaleches), no hay leche. La succión del pezón es el estímulo más poderoso para fabricar leche. Si el bebé se engancha frecuentemente y succiona con una adecuada posición, la mamá fabricará leche, casi sin excepción. Solamente en un 1-5% de casos existirán mujeres con poca producción de leche (hipogalactia), en ese caso, tu pediatra valorará la necesidad de aportes extra. Cuanto más estímulo, más leche. Cuanto menos estímulo, menos leche.
Sí, vale, acaba de nacer y ya está enganchado al pecho, pero no saca nada
Me dicen algunas madres desanimadas. Sí saca. Saca el calostro, esa leche inmadura pero rica en defensas que tenemos todas las mujeres cuando damos a luz. Aprovecha mientras estés en la maternidad a ponerte al bebé con mucha frecuencia; sólo has de preocuparte de eso, de que el bebé mame; de lo demás, nos encargamos nosotros.
Una vez lleguemos a casa ¿hay algún otro factor que favorezca la producción de la leche?
Sí. El vaciado completo de la mama. Nuestros bebés han de mamar de un pecho hasta el final, es decir, hasta notar el pecho blandito y vacío antes de ofrecerles el otro. Intenta no cambiar constantemente de mama mientras le alimentas; primero uno y cuando esté vacío, el otro. El vaciado favorece el rápido llenado.
“Es que antes se tiraba mamando 20 o 25 minutos y ahora en 5 minutos ha terminado”
A medida que va creciendo, el niño tarda menos en hacer las tomas y extrae la leche más eficazmente. Como el cambio se produce bruscamente, muchas madres creen que no se alimenta adecuadamente o que deja el pecho pronto porque tienen menos leche. Si el niño está tranquilo y feliz, gana peso y moja 5-6 pañales diarios, es que está tomando la leche que necesita, aunque sea un Speedy González.
Y no olvides que…
Los bebés maman para alimentarse pero también para consolarse, para sentirse protegidos y queridos. Para oler a su madre, para saborearla. Si le ofreces el pecho siempre que quiera, aunque no sea por hambre, no te equivocarás.
Ante la duda: póntelo al pecho
Si hay algo en la crianza de mis hijos que más añoro es justamente esta: repetiría una y mil veces la experiencia. Es maravillosa e irrepetible.
“Dale lo mejor de ti en el mejor de los envases”
Créditos a: Suavinex Spain - Link al post original aquí
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